viernes, 30 de agosto de 2019

Leonardo Posada Pedraza




Agosto 30 de 1986


Leonardo Posada Pedraza, nació en Bogotá el 19 de octubre de 1947. Creció en el seno de una familia de ideales comunistas, razón por la cual durante más de 15 años fueron víctimas de hostigamientos y allanamientos injustificados por parte de la fuerza pública en su casa ubicada en el barrio Quiroga en el sur de Bogotá. 

Leonardo siguió los pasos en el liderazgo político de su padre, Julio César Posada, que fue perseguido y torturado durante el gobierno de Rojas Pinilla, en un momento histórico de resistencia campesina, estudiantil y obrera. A los 20 años Posada Pedraza, llegó a la dirección Nacional de la Juventud Comunista Colombiana JUCO, fue nombrado primer Presidente de la Federación Universitaria de Colombia, cargo desde el que encabezó diversas protestas estudiantiles en el tiempo que cursaba la carrera de ciencias de la educación  en la UN, de la que se graduó pero nunca llegó a ejercer.

Durante la década de los 70 y 80, vivió en Barrancabermeja, allí se convirtió en concejal y líder social. Luego pasó a ser el dirigente de la Coordinadora Popular de Barrancabermeja. En 1984 se en el marco de los diálogos entre el gobierno de Belisario Betancur y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se pactó el “Acuerdo de Cese al Fuego y Tregua”, en donde, se dio como garantía para la oposición la creación del partido Unión Patriótica (UP) que tenía representantes comunistas que entendían la causa guerrillera, de esta forma, Leonardo integró la bancada parlamentaria de la UP, siendo representante a la cámara por Santander, función que asumió solo 40 días hasta su muerte. 

Por la defensa de intereses populares, por las denuncias que realizó sobre la cooperación entre las fuerzas armadas y paramilitares fue amenazado por el grupo Muerte A Secuestradores (MAS) y su posesión política representó una sentencia de muerte. El 30 de agosto de 1986 a las 7 de la noche Leonardo Posada Pedraza fue baleado en Barrancabermeja por sicarios motorizados, convirtiéndose en el primer congresista de la UP asesinado en Colombia, fue la primera víctima del plan denominado “Baile Rojo”, un plan del paramilitarismo de Estado. Tan solo 48 horas después del homicidio del docente,fue asesinado  en Villavicencio Pedro Nel Jiménez, senador por el mismo partido. 

Hasta 2014 la Fiscalía General de la Nación declaró los crímenes cometidos contra la UP como crímenes de lesa humanidad al concluir la sistematicidad delictiva cometida por políticos, agentes de Estado, narcotraficantes y paramilitares que no permitieron el ascenso de los movimientos de izquierda. 

El asesinato a Posada fue el inicio de un capítulo de violencia en Colombia, que se ha encargado de enceguecer, de manipular y de ocultar la verdad, donde, incluso actualmente se infunde la idea de que el comunismo y la participación política de oposición es peligrosa, pero la realidad verdaderamente peligrosa es la actual persecución aún a defensores de sectores populares y la indiferencia de justicia y la impunidad, sobre el caso de Leonardo y miles de víctimas del país. 

Cada 30 de agosto amigos, familiares y organizaciones se reúnen a conmemorar a este líder social, para que la historia no se vuelva a repetir, en su memoria en el 2004 el mejor amigo y ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón otorgo la Orden Civil al Mérito “Ciudad de Bogotá, en el Grado de Cruz de Caballero y se fundó en la localidad de Bosa el colegio distrital Leonardo Posada Pedraza. 

Leonardo Posada Pedraza en la memoria
Leonardo Posada Pedraza Sin Olvido

domingo, 25 de agosto de 2019

Luis Felipe Vélez, Héctor Abad y Leonardo Betancur Taborda


25 de agosto de 1987  

El 25 de agosto de 1987, esta fecha quedó escrita en la historia como una de las fechas más oscuras y devastadoras para los defensores de derechos humanos en Colombia. En el centro de Medellín sicarios paramilitares acabaron en un lapso de 10 horas con la vida de los docentes y defensores de la vida Luis Felipe Vélez, Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur Taborda.

El primer asesinado fue Luis Felipe, quien a sus 33 años de edad, ya era Presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA), Directivo de la Federación Colombiana de Educadores FECODE, y reconocido luchador por los derechos sindicales de su gremio. Ese martes, a las 7:30 de la mañana, miembros de la organización paramilitar 'Amor por Medellín', lo acribillaron con ráfaga de ametralladora frente a la sede de la organización que presidia. Paradójicamente, algunos días antes en un discurso había pronunciado una frase casi premonitoria “¡A la vida por fin daremos todo, a la muerte jamás daremos nada!”.

Del asesinato de Luis Felipe fue informado el médico Héctor Abad Gómez, un hombre que dedicó su vida a la docencia, la medicina y los derechos humanos. Sus 66 años de vida le alcanzaron para ser profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia y catedrático en salud pública. Como periodista fundó el periódico universitario U-235 y fue columnista en El Tiempo, El Mundo y El Colombiano, participando también en espacios de radio, donde expresaba su opinión, cuestionaba y realizaba denuncias de la violencia en Colombia, las desapariciones forzadas, los secuestros cometidos por las guerrillas y también los delitos cometidos por los paramilitares, entre ellos, crímenes selectivos a líderes sociales y a miembros o simpatizantes de la Unión Patriótica (UP); convirtiéndose en un blanco para los grupos a quienes les incomodaban sus posturas.

Abad Gómez fue un hombre que defendió la vida, denunciaba las condiciones básicas que propagaban la desigualdad en Colombia y siempre se opuso a los crímenes cometidos contra los inocentes, responsabilizando al Estado y al gobierno, como actor principal en la promoción de la pobreza, la injusticia y la violencia del país, indicando que el poder y las prioridades del mismo debían cambiar. Después de retirarse como docente se dedicó al cultivo de rosas y al trabajo en el Comité de Derechos Humanos de Antioquia, del cual fue presidente hasta su muerte.

Antes de ser asesinado, Abad Gómez lideró una manifestación recordada como 'La marcha por los claveles rojos' donde tres mil personas protestaron contra la violencia sistemática contra estudiantes y profesores de la Universidad de Antioquia simpatizantes de ideas de izquierda. A su lado caminaron Vélez y Leonardo Betancourt Taborda de 41 años, quien también empeño su vida a la salud y la educación, estuvo dedicado principalmente a la lucha de los docentes, y era miembro y militante activo de la UP. Denunciando diferentes formas de violencia entre 1970 a 1987 como consecuencia principalmente de la corrupción y el narcotráfico.

Alertados por la noticia de la muerte de Vélez, Abad y Betancur llegaron a la sede de ADIDA, allí fueron baleados aproximadamente a las 5 de la tarde, los tres el mismo día, en el mismo lugar; con el claro objetivo de “anular cerebros” por parte de los paramilitares. Después de su muerte se decretó un paro de 72 horas por parte del magisterio antioqueño y se elaboró un pliego donde se manifestaban su apoyo al derecho a la vida, las libertades políticas y democráticas. Luego de la muerte de Abad, el reemplazo de la presidencia del comité de derechos humanos fue Jesús María Valle, quien sería asesinado en 1998.

El proceso jurídico
Después de cerrado el caso, el 13 de febrero de 2012, la Fiscalía General de la Nación reabrió la investigación tras las declaraciones aportadas por el jefe paramilitar Diego Fernando Murillo alias “Don Berna”, quien aseguró que el responsable de los crímenes fue Carlos Castaño, quien consideraba a Héctor Abad como un guerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Para 2014, la misma entidad declaró estos crímenes como de lesa humanidad, tras comprobar la sistematicidad en los tres casos y como parte del genocidio de la UP, cometido en coordinación de entidades estatales, narcotraficantes y paramilitares. En lo corrido de 1987, fueron asesinados 15 docentes más de ADIDA, y según la organización, desde el año de los asesinatos hasta 2008, 334 miembros de la misma corrieron con la misma suerte.

Legado
Cada 25 de agosto se recuerda a estos anunciadores de verdades y quienes han evidenciado que su lucha es dura y peligrosa dentro de un juego político y económico. Cada víctima ha evocado una memoria diferente, ninguna de ellas ha sido olvidada, el doctor Betancur es recordado por sus amigos, familiares y algunos de sus alumnos de la Universidad de Antioquia; Vélez, es memorable por su labor con los docentes al dejar el Fondo Solidario por Muerte a Educador, de igual forma un grupo de docentes que lo admira creo el Equipo Magisterial Luis Felipe Vélez que recoge las banderas de este líder.

De los tres, es tal vez Abad el más conmemorado. Su hijo Héctor Abad Faciolince, le dedicó su libro 'El Olvido que seremos', título que toma de las letras manchadas con sangre encontradas en el bolsillo de su padre con el verso de Borges. Un libro que inspiraría a su nieta Daniela Abad para realizar junto con Miguel Salazar el documental “Carta a una sombra” estrenado en el año 2015. Su marcha de claveles rojos se sigue realizando en Medellín y cada 25 de agosto la facultad de salud pública de la Universidad de Antioquia celebra el día nacional del salubrista, así como la realización de la cátedra de formación ciudadana Héctor Abad Gómez. El año pasado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), publicó una serie de podcast en conmemoración de 30 años de su asesinato.

Vélez, Abad y Betancur en la Memoria 
Vélez, Abad y Betancur Sin Olvido

martes, 20 de agosto de 2019

Huber Hoyos


El 20 de agosto 2018

El 20 de agosto del año 2018 Huber Hoyos, líder social, campesino e indígena, fue asesinado en la vereda Higuerillos, corregimiento de La Herradura del municipio de Almaguer, en el departamento del Cauca.

Huber fue abordado por sicarios en horas de la tarde, los cuales le  propinaron cinco disparos de arma de fuego  y  posteriormente  huyeron de la escena de los hechos con rumbo desconocido. La esposa de Huber, quien estaba con él en el momento de los hechos, resultó herida y fue trasladada de inmediato a un centro hospitalario  de la ciudad de Popayán.

Hoyos era un reconocido integrante del procesos campesinos e indígenas de Almaguer, en Cauca, recordado por su  compromiso con la comunidad.

La Fiscalía General de la Nación a través del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, y la Policía Nacional, con la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, iniciaron ese año  los procesos correspondientes y respectivos para dar claridad a este caso de violencia que afecta y pone en peligro  a líderes sociales en la región.

Hoy amigos de Hoyos lo recuerdan como un hombre comprometido con su comunidad, trabajador, humilde y positivo.

Huber Hoyos en la Memoria
Huber Hoyos Sin Olvido.

domingo, 18 de agosto de 2019

Luis Carlos Galán

Agosto 18 de 1989 
Un Santandereano, liberal, que se hizo entre otras, con la protestas estudiantiles en contra del régimen de Gustavo Rojas Pinilla el 10 de mayo de 1957; ese fue el inició de Luis Carlos Galán.
Luis Carlos Galán nunca se imaginó que años después, las mentalidades de los sectores que le iniciaron en la vida política, como él lo expresó, con una detención y un golpe, fueran a asesinarle, pues reprimen de una y mil formas. Sí, esas estructuras del establecimiento, que se han forjado en la mentalidad de la doctrina del enemigo interno, que concibe a quienes mínimamente disienten, como sujetos por exterminar, fueron los responsables de su detención y luego de su asesinato.
Galán el egresado de la Universidad Javeriana, el periodista, consentido de sectores de poder, disiente del partido liberal, fundador del Nuevo Liberalismo. Galán se apartó del partido por la corrupción elevada a justas proporciones por Julio César Turbay, y se apartó de este gestor del Estatuto de Seguridad, con el que se legitimaron violaciones de derechos humanos entre 1978 y 1982.
Su asesinato, el 18 de agosto de 1989 fue el golpe certero del establecimiento criminal a quién disintió de la podredumbre de un partido. En su asesinato participaron integrantes de las fuerzas militares y un grupo de sus aliados los paramilitares.
Muchos mecanismos de impunidad han operado desde la consumación misma del crimen. Desde la penetración en su esquema de seguridad, desde el montaje contra personas inocentes para mostrar resultados, en realidad unos falsos positivos judiciales, y el asesinato de quiénes participaron en la comisión del crimen.
Por su asesinato se encuentra condenado el político Alberto Santofimio Botero, dada su cercanía con el narcotraficante Pablo Escobar. Algunos que ha leído el expediente, indican, que su cercanía con el capo de las drogas no prueba su responsabilidad en el homicidio.
En octubre del 2011, fueron vinculados al proceso el Coronel (r) Manuel Antonio González, y al mayor retirado Luis Felipe Montilla, y en Marzo de 2013, se les dictó orden de captura en por el delito de coautores de homicidio agravado.

En Julio del año 2014 el general en retiro Miguel Alfredo Maza Márquez fue llamado a juicio por su presunta responsabilidad en el magnicidio de Luis Carlos Galán.

El asesinato de Galán sigue en la impunidad. Los beneficiarios del crimen, más allá de Pablo Escobar Gaviria, nunca han sido judicializados, los altos mandos militares que propiciaron la participación de mandos medios y bajos, algunos ya no viven, murieron de viejos, otros siguen vivos y usufructuando de sus pensiones.

Tremenda historia de impunidad, del olvido que incluso, se acuña en uno de sus herederos políticos, un senador, que por desconocimiento, por ignorancia o negación de la realidad, promovió, defendió a capa y espada, el privilegiado fuero militar, obviando que ese mismo privilegio, esa misma mentalidad es la que ha cobijado a agentes estatales responsables del asesinato de este hombre de ideas liberales.


Luis Carlos Galán en la Memoria

Luis Carlos Galán Sin Olvido.

jueves, 15 de agosto de 2019

Fredy Mosquera López


Agosto 15 de 1991 



"Hasta aquel soñado día en que recuperemos la dignidad humana"

Fredy Mosquera, ejecutado extrajudicialmente.



En la madrugada del 15 de agosto de 1991, en el barrio los Sauces de Popayán, Cauca,  fue asesinado por la Policía Nacional, Fredy Mosquera López, reconocido líder de las Comunidades Eclesiales de Base.

Fredy Mosquera, entregó su vida al trabajo en los sectores mas empobrecidos  de Popayán. Su memoria e ideales siguen vivos en los barrios Los Sauces, La Maria Oriente, Los Andes donde sembró semillas de justicia e igualdad desde su compromiso con el evangelio.


Hoy su familiares quienes hacemos parte de CONPAZ -Comunidades Construyendo Paz en los Territorios-,  hacemos memoria de este crimen que no se ha esclarecido y seguimos exigiendo, verdad, justicia y reparación Integral.



Fredy Mosquera Lopez en la memoria

Fredy Mosquera Lopez Sin Olvido.






martes, 13 de agosto de 2019

Jaime Hernando Garzón


13 de agosto 1999

Jaime Garzón permanece en la memoria de Colombia como un constructor de paz y promotor de una cultura política y crítica a través del humor. Jaime Hernando Garzón Forero, nació el 24 de octubre de 1960, en Bogotá. Estudió derecho en la Universidad Nacional de Colombia, aparte de formarse profesionalmente como abogado, es recordado por su faceta como humorista y periodista. Jaime, tenía el talento para realizar personajes que representaran la vida política nacional con un sentido del humor particular.

Su carácter se distinguió a través del sarcasmo y la ironía sobre la realidad colombiana. Los programas más representativos y de carácter político en los que participó, fueron “Zoociedad”, emitido entre 1990 y 1993, “Quac el noticiero” entre 1995 y 1997 en Canal Uno, donde inmortalizó algunos de sus personajes más reconocidos como Dioselina Tibaná, Néstor Elí, Godofredo Cínico Caspa, John Lennin, Quemando Central, Emerson de Francisco e Inti de la Oz, y en 1997 creo el personaje por el que hoy gran parte del país lo recuerda: Heriberto de la Calle, primero en “La Lechuza” luego en el noticiero; y  en la emisora Radionet, que sería su último trabajo en medios de comunicación.

De alcalde menor a mediador de paz
En 1988 fue nombrado alcalde menor de la localidad de Sumapaz, luego fungió como mediador entre el gobierno y las FARC, para la liberación de civiles secuestrados y participó en una comisión de paz para los diálogos con el ELN. Su imagen como un analítico que buscaba la paz y un humorista crítico ante la realidad política colombiana se fue consolidando y sus discusiones cobraron un sentido de defensa y reflexión por y hacia la gente. Jaime se consideró a sí mismo como una persona con esperanza por una mejoría de la realidad del país y un ser con voluntad de trabajo por los demás, decía:

“Yo soy aburridísimo: creo en la vida, creo en los demás, creo que este cuento hay que lucharlo por la gente, creo en un país en paz, creo en la democracia, creo que lo que pasa es que estamos en malas manos, creo que esto tiene salvación”. 

Gracias a su capacidad para el humor, su creatividad y fuertes críticas, se convirtió en uno de los periodistas y humoristas más famosos en la historia de Colombia, lo que le valió rodearse de muchos amigos, pero también de enemigos a quienes no les convenía las ideas, las críticas, la búsqueda de paz que se pretendía y sobre todo la verdad:
“Lo que yo estoy haciendo es...es un práctica conceptual que es decir la verdad, las cosas hay que llamarlas por la verdad, en este país no llamamos las cosas de verdad ¡nunca!...Ni en política, ni en la vida real” 

Asesinato
El 13 de agosto de 1999 en horas de la mañana, Jaime Garzón se dirigía hacia su trabajo en la sede de Radionet, ubicada en el barrio Quinta Paredes de Bogotá, cuando fue interceptado por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta con placas ocultas. Al llegar al semáforo de la Carrera 42B con 22F, le propinaron 5 disparos causándole la muerte. Este magnicidio como otros fue un crimen de agentes del Estado en alianza con paramilitares, ordenado por Carlos Castaño, a quien se le catalogó como el autor intelectual en conjunto con el Departamento de administración de Seguridad (DAS), la policía, empresarios antioqueños y miembros de las Fuerzas Armadas. Miembros de la banda denominada “La Terraza” perpetraron el crimen,los cuales, estaban al servicio del narcotraficante y paramilitar Diego Fernando Murillo alias “Don Berna”.

En el año 2004, se encontró a Castaño culpable y se le adjudicó el crimen al Estado Colombiano. En 2009, el paramilitar Freddy Rendón alias “El Alemán” aseguró que el crimen fue en favor de oficiales del ejército. Recientemente el paramilitar Libardo Duarte confirmó que el ex subdirector del DAS José Miguel Narváez, dió orden de asesinar a Jaime acusándolo de ser un guerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL). El crimen de Jaime tiene demasiados actores vinculados, como quienes hicieron interceptaciones ilegales, desviaron pruebas, o irrumpieron procedimientos desde la institucionalidad. Todo esto ha dejado en evidencia las afirmaciones de Jaime:

“Los paramilitares son la clara demostración de que entre el Estado tradicional y la delincuencia hay un silencioso pacto”. 

El homicidio de Jaime continúa impune, ante todo por la falta de sanciones a políticos, militares o empresarios. El asesinato de testigos y perpetradores, no permitió que se le diera claridad a los hechos. Por otro lado, las razones por las que fue asesinado van más allá de falsas acusaciones o más allá de la comedia, se le consideraba como un proyecto político, porque había una severidad en sus palabras dados sus análisis de la realidad colombiana, de la que al mismo tiempo se burlaba, los temas que más tocaba era la política junto al papel del Estado, decía que:

“Tiene dos problemas graves el Estado colombiano… o no existe, o existe fuertemente, por ejemplo, el estado existe cuando se trata de cobrar impuestos, la policía atropellar, el ejército impedir, está claro lo de la matanzas de campesinos en el Guaviare…todo eso, está claro que el Estado existe, en Urabá cuando fuerzas extrañas que de noche se visten de civiles salen y asesinan campesinos (…) ahí existe el Estado, uno lo ve… y está claro que el Estado no existe cuando se trata de primero brindar seguridad social, segundo, el derecho al trabajo, tercero, el derecho a un buen nombre, cuarto, el derecho a una nacionalidad limpia, no existe, no existe el Estado”

Y también  frente a la violencia multilateral indicaba que:
“En Colombia, la pregunta es: ¿quién nos va a matar?, ¿los guerrilleros, los paramilitares, los narcos o los políticos?”

El asesinato de Jaime es un Crimen de Lesa Humanidad y una ejecución extrajudicial puesto que está enmarcado en un ataque generalizado y sistemático desde la institucionalidad, legitimado por la extrema derecha del país; de modo, que existen factores estructurales evidentes de impunidad y de violencia en este caso. Con la muerte de Garzón se victimizo el pensamiento crítico y la libertad de expresión, se estigmatizó la opinión y las posibilidades de realizar paz. Siempre realizo la invitación a cuestionar la realidad e indicaba que la sociedad colombiana necesitaba organizarse civilmente y dejar de ser fragmentaria:
“El problema de los colombianos es que no tenemos una conciencia colectiva. Tenemos una posición cómoda e individual ante la vida” 

Su invitación no solo era para hacer una sociedad concientizada o reflexiva, además quería motivar a lo jóvenes a emprender acciones por el futuro del país:

“Entonces unos les dice: hermanos, hay que ponerse en la onda de transformar el país de cambiarlo… Y dicen: no, es que no hay líderes. ¿Ustedes que están esperando?, ¿que vengan a solucionar el problema que somos nosotros mismos? Si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvárselo, nadie, nadie, nadie”
Jaime Garzón desafió la indiferencia del país, fue una mente abierta al cambio y la difusión y crítica de los hechos. Al día siguiente de su asesinato, su cuerpo fue acompañado por 300.00 mil personas en la Plaza de Bolívar en Bogotá. A pesar del tiempo su figura sigue preservada en forma de las esculturas de el humorista portando la bandera e Colombia y de Heriberto su personaje más entrañable, las cuales, se encuentran hoy en Bogotá.

Legado
Jorge, Alfredo y Marisol Garzón, hermanos del periodista, crearon la marca Jaime Garzón Forero, de los tres, Marisol ha sido principal abanderada de la preservación digna de su memoria. El 13 de agosto de cada año se celebra el Día del Humorista en Colombia a manera de homenaje, se han realizado murales por parte del colectivo Mal Crew y obras teatrales como “El Corruptour”, entre otros, que dejan viva la presencia y las ideas de Jaime, como lo expresa una de las frases más significativas que pronunció, retomando la traducción realizada por los indígenas Wayuú del artículo 11  de la Constitución política:
 Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente”.

Jaime Garzón en la memoria 
Jaime Garzón Sin Olvido 


lunes, 12 de agosto de 2019

Alfredo Manuel Palacio Jiménez

12 de agosto de 2018

Alfredo Manuel Palacio Jiménez era un líder comunal del barrio 2 de febrero de Aracataca, Magdalena, tenía 30 años. Durante el domingo 12 de agosto de 2018 Alfredo se movilizaba en una motocicleta con su compañera sentimental y juntos se dirigían a recoger a su hija.

Hombres armados en seguimiento del líder que se movilizaban también en una moto los interceptaron, uno de ellos sacó un arma de fuego y sin mediar palabras le propinó dos disparos en la cabeza. Los hechos ocurrieron en el barrio el Pasadizo.

Este día se realizó un consejo de seguridad en Aracataca, siendo el evento presidido por la gobernadora de Magdalena, Rosa Cortés, junto a la Alcaldía de Aracataca, la Defensoría Regional del Pueblo, Fiscalía General de la Nación, miembros de la Fuerza Pública y la Personería Municipal, quienes, anunciaron dar celeridad para investigar lo ocurrido.

Aún no se conocen los móviles del asesinato en contra de Alfredo Palacios, con él, al momento de su muerte las cifras contra los asesinatos sistemáticos contra líderes sociales ascendían a más de 300 durante el 2018.

Alfredo Manuel Palacios Jiménez en la Memoria
Alfredo Manuel Palacios Jiménez  Sin Olvido.

Reinaldo Perdomo Hite

 12 de agosto de 2003


El 12 de agosto de 2003 fue asesinado el líder campesino Reinaldo Perdomo Hite, de 60 años. Reinaldo perteneció al Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta y durante nueve años lideró el Comité de Derechos Humanos en varios municipios, entre ellos el del Alto Ariari.

Reinaldo no era de las personas que se levantaba ante los demás solo con un discurso; él era conocido por ser un excelente líder que con pocas palabras podría motivar a los campesinos a resistir. Su fortaleza interna y pasión por la reivindicación de cientos de campesinos y campesinas que vivieron en carne propia el rigor de la guerra y el terror Estatal, lo animaron a organizar a su comunidad a raíz de las graves violaciones a los derechos humanos y desplazamientos forzados cometidos por la estrategia Paramilitar y militar en la región del Ariari ocurridas en el año 2001.

Desde el año 2000 la región del Alto Ariari, no solo sufrió las consecuencias de las incursiones paramilitares, estas estuvieron precedidas de amenazas a los pobladores y fue consolidada a través de reuniones comunitarias, bloqueos económicos, puestos de control y retenes, de asesinatos y de desapariciones forzadas, ofensivas armadas y saqueos, que originaron el desplazamiento de más de 750 familias de toda la región, todas estas actuaciones paramilitares fueron combinadas con actuaciones regulares del Batallón 21 Vargas, adscrito a la VII Brigada del Ejército Nacional, con el pretexto de perseguir a la guerrilla de las FARC EP.

Pero los desplazamientos forzados fueron una constante en la vida de Reinaldo, que desde pequeño tuvo que vivir las consecuencias del desplazamiento forzado llegando así del Cauca, a la zona del Alto Ariari a la Esmeralda en donde conformó su familia.

En el año 2002 tras la incursión paramilitar, nuevamente tuvo que desplazarse forzadamente, por lo que llegó hasta la ciudad de Villavicencio junto con otras familias. Desde ese entonces con trabajo, dedicación y la creación de comités, logró organizar a más de 35 familias en búsqueda de justicia, verdad, reparación y la firme convicción de regresar al territorio. Sin duda Reinaldo estaba dispuesto a todo por ver felices a las familias campesinas, así tuviera que entregar su propia vida para ello.

Hacia las 8 p.m. del martes 12 de agosto de 2003, después de haber participado en una reunión del Comité de Desplazados y Víctimas de la Violencia del Meta; Reynaldo se encontraba es su casa ubicada en el barrio Ciudad Porfía, mientras cenaba, fue avisado de una llamada telefónica que debía contestar en el billar que quedaba en frente de su residencia; cruzando la calle recibió tres disparos en la cabeza, propiciados según testigos, por un joven alto de cabello claro, quien se alejó del lugar caminando tranquilamente con el arma en su mano y dirigiéndose hacia la calle principal de Ciudad Porfía. Irónicamente, a pocos metros del lugar donde fue asesinado Reynaldo, está ubicada una estación de Policía.

A las 11:30 p.m la Fiscalía realizó el levantamiento del cuerpo y durante la diligencia un miembro de la Fiscalía preguntó por la agenda personal de Reynaldo, en la que había consignado algunos datos acerca de la búsqueda que los paramilitares de la zona del Alto Ariari, adelantaban contra personas que organizaban a los desplazados del municipio del Castillo, Meta, debido a las denuncias e investigaciones que se adelantaban para determinar los responsables de los desplazamientos ocurridos en el municipio de El Castillo.

Días antes de su asesinato Reynaldo participó dando su testimonio en la Zona Humanitaria de CAVIDA en el Cacarica Chocó, con motivo de una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, donde presentó la situación de violación de Derechos Humanos del Meta en particular, la del Ariari. Acompañado por diversas organizaciones campesinas, y sociales venía adelantando una propuesta de protección y de animación de la Defensa de la Vida y del Territorio de los desplazados del Ariari que se encuentran en Villavicencio y en otras ciudades del país.
En la actualidad el caso se encuentra en la Fiscalía 08 Especializada de Villavicencio, sin ningún avance en materia jurídica, el asesinato de Reinaldo Perdomo Hite sigue en total impunidad. Este crimen expresa la ausencia de voluntad política del Estado para posibilitar el derecho a la asociación, a la libre expresión, al derecho al retorno con dignidad. La consolidación de las estructuras militares encubiertas en el departamento del Meta, que al ser develadas o denunciadas, por las pocas voces aún existentes en el Meta son acalladas por la Fuerza; expresa la inacción de la Justicia que bajo supuestas investigaciones expía su responsabilidad en la ausencia de esclarecimiento y de sanción de los responsables de millares de crímenes cometidos desde la década de los 80.

El asesinato de Reinaldo exhuma la memoria de Delio Vargas, de Josue Giraldo, de Oswaldo Gonzalez, Gonzalo Zarate, Eder Castaño, Pedro Malagón del Meta, de cientos, de miles y miles de vidas desaparecidas, asesinadas, torturadas, obligadas al exilio, sometidas a la persecución, al exterminio, por la simple razón de apostar en un país distinto, sin exclusiones, con democracia, con pan y con libertad, un país donde el respeto a los derechos humanos integralmente concebidos sean la condición de la paz.

Hoy el Ariari sigue padeciendo, continúa llorando, creyendo en la esperanza de esas resistencias que anónimamente, que silenciosamente defienden la Vida y el Territorio a pesar del Terror del Estado, a pesar de las guerras. 

Ese Vendito Día solo Estaba su cuerpo; Su Alma ya Partía.Con ello entendí la Injusticia que se Cometía con un Hijo; Esposo;Padre;Abuelo y hermano; y con ello toda una esperanza para toda una Comunidad que confiaban en ti.Entendí porque lo Asesinaban.Pero su partida es Símbolo de Esperanza y fe para los que construimos Memoria en Medio del Dolor.Que el Apoyo al SI es para empezar a construir proyectos de Vida de las Comunidades y de todos los Actores Sociales que creemos que es necesario otra Democracia.Si A la Paz.  Deidania Perdomo Ojote
Reinaldo Perdomo Hite en la Memoria.
Reinaldo Perdomo Hite Sin Olvido.

domingo, 11 de agosto de 2019

Beatriz Elena Monsalve Ceballos


11 de agosto de 1988

Beatriz Elena Monsalve Ceballos nació en Bello, Antioquia el 19 de agosto de 1961. Socióloga y trabajadora social de profesión egresada de la Universidad de Antioquia. Desde que realizó sus estudios trabajó con sectores populares en Bello, en el barrio La Mesa, ayudo para que se reestableciera el centro de salud.

A inicios de los años 80 fue dirigente del Movimiento Cívico de Antioquia. Beatriz era secretaria de relaciones internacionales del Frente Popular, militante del mismo y miembro de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. Beatriz por su labor había tenido que desplazarse de la ciudad de Medellín por amenazas a Bogotá. 

Un día jueves 11 de agosto de 1988 en la ciudad de Bogotá, salió de su apartamento junto a Luz Mila Collantes, con quién compartía apartamento y estudiante de periodismo que era su secretaria. Juntas salieron de la vivienda en el barrio Santa Isabel para dirigirse hacia la calle 45 con carrera 9na. a las 8:30 a.m.

Desde entonces, familiares, amigos, vecinos y conocidos no supieron nada más de Beatriz y Luz Mila. Este día, paramilitares retuvieron a las dos mujeres, estando Beatriz en estado de embarazo de seis meses, ambas fueron torturadas y asesinadas con una pistola Colt calibre 45.

Dos días más tarde, el 13 de agosto un deportista que estaba trotando en Chía, encontró los dos cuerpos sin vida. Posteriormente, fueron trasladados a Medicina Legal, allí amigos y familiares las identificaron, Beatriz Elena tenía cinco tiros en la cabeza y Luz Mila ocho en su espalda, ambas tenían golpes en sus cuerpos y quemaduras.

No se determinaron los responsables de los hechos, el crimen contra la humanidad de estás dos jóvenes es impune, pero su memoria sigue entre nosotros, entre cientas de mujeres que han sido y siguen siendo violentadas.

Beatriz Elena Monsalve Ceballos en la Memoria.
Beatriz Elena Monsalve Ceballos Sin Olvido.

sábado, 10 de agosto de 2019

Emiliano Trochez Yonda

 10 de agosto de 2019

Emiliano Trochez Yonda, líder indígena Nasa, exconsejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca Cxhab Wala Kiwe, ACIN y gobernador indígena, había sido una autoridad tradicional del Resguardo Nasa de Guadualito.

A las 7:30 a.m. el viernes 10 de agosto del 2018 fue asesinado el líder indígena cuando se dirigía a una escuela que visitaba cada viernes, fue abordado por un sicario que le quitó la vida cerca a su lugar de residencia, en el municipio de Santander de Quilichao, Cauca.

Emiliano es uno más de los líderes sociales asesinados en el país, un indígena más amedrentado por la violencia no solo contra líderes, sino también contra cientos de indígenas que defienden su tierra y su cultura.

Emiliano Trochez Yonda en la Memoria. 
Emiliano Trochez Yonda Sin Olvido. 



Carlos Francisco Toledo


10 de agosto de 1984 

Carlos Francisco Toledo Plata nació el 13 de diciembre de 1932 en Zapatoca, Santander, hijo de Ángel Miguel Toledo y Virginia Plata. Estudió medicina en la Universidad Nacional de Colombia. En 1952 se especializó en traumatología en Buenos Aires, mientras estuvo en Argentina se unió al grupo peronista “Montoneros”. Fue profesor en el Departamento de Ciencias Clínicas de la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de Santander, UIS.

Se desempeñó en su carrera política como representante al concejo de Bucaramanga y en diversos municipios en el departamento de Santander. Militante del Movimiento Alianza Nacional Popular, ANAPO.

En 1970, fundó la Clínica Santander y el Centro Médico Popular, tres años más tarde abrió el Centro de Rehabilitación Infantil San Juan Bautista para niños discapacitados y el Centro Médico Popular de Piedecuesta. Además, ayudó a construir 262 viviendas para las personas más pobres en Bucaramanga, entregadas un año después de su asesinato.

Posteriormente, fue cofundador del Movimiento 19 de abril, M-19, y en 1979 fue reconocido como uno de los dirigentes del grupo guerrillero, cuando se realizó la “Operación Ballena Azul”, que consistió en el robo de armas del Cantón Norte. En 1981, el grupo intentó expandirse por el Río Mira, teniendo que enfrentarse con el Ejército, lo que lo obligó a huir hacia Ecuador.

En este país intentó obtener asilo político, pero fue detenido y entregado al Ejército de Colombia junto con Rosemberg Pabón, luego,fue llevado a la cárcel de La Picota y a finales de 1982 salió libre por la Ley de Amnistía del gobierno de Belisario Betancur y se integró a la vida civil.

Más tarde, el 10 de agosto de 1984 en horas de la mañana fue asesinado por 11 disparos que le propinaron dos sicarios motorizados que lo esperaban afuera de su casa, en el barrio Provenza, en Bucaramanga, cuando iba a trabajar al Hospital San Juan de Dios, donde, se estaba desempeñando como jefe de traumatología. Los asesinos eran paramilitares del grupo Muerte a Secuestradores, MAS, vaciaron un revólver calibre 38 contra Toledo en frente de su esposa Ligia de Toledo. El M-19 ante el asesinato y como retaliación quemó la Alcaldía en Yumbo.

El gobierno se manifestó indicando que los acuerdos de paz continuarán y pese a que se sabía quiénes habían sido los autores, las Fuerzas Militares indicaron que habían sido grupos de izquierda. Días más tarde en Bucaramanga se llevó a cabo una manifestación por la muerte de Carlos Toledo, siendo detenidos varios dirigentes sindicalistas, su muerte fue usada por el gobierno para indicar que los grupos guerrilleros y movimientos de izquierda estaban en contra del acuerdo de paz en ese momento.

Su muerte hoy en día es impune, y a pesar de haber fundado un movimiento guerrillero, Toledo nunca disparó un arma, pero afirmaba que era la lucha armada la única vía por la cual hacer frente al régimen, su memoria es evidencia de muchos hombres y mujeres que han tenido esperanza por un país diferente al cambiar las armas para buscar un camino de paz, de no violencia, un camino en medio del cual han sido asesinados.

Carlos Francisco Toledo en la Memoria.
Carlos Francisco Toledo Sin Olvido. 

viernes, 9 de agosto de 2019

Ulpiano Ortiz Fajardo y Jairo Alexis Castro



9 de agosto de 2007

El 9 de agosto de 2007 en horas de la mañana Ulpiano Ortiz Fajardo salió de su casa, en el caso urbano del municipio de Piendamó, departamento de Cauca, para empezar su jornada de trabajo como comerciante de calzado y ropa, se dirigió a la Galería, a “La 13” en la ciudad de Popayán.

Luego de pasar por este lugar se dirigió a la Clínica La Estancia para visitar a su hijo Bryan Ortiz, que se encontraba herido por un accidente de tránsito. Ulpiano fue privado de su libertad junto a Jairo Alexis Castro Concha y posteriormente ejecutados extrajudicialmente por militares adscritos al Batallón de Alta Montaña No. 4. GR Benjamín Herrera Cortes de la Vigésima Novena Brigada, quienes, desarrollaban la Operación “Eclipse” a las 6:30 de la tarde.

Posteriormente, los militares presentaron a Ulpiano y a Jairo como “guerrilleros del ELN dados de baja en combate”. El hecho fue anunciado en diversos medios de comunicación y el 10 de agosto de 2007 hacia las 5:30 de la mañana los familiares de Ulpiano y de Jairo fueron informados de lo ocurrido.

En este mes inicialmente se presentó un informe ejecutivo por la Policía Judicial de la unidad de Timbío a la Fiscalía Seccional de Popayán, posteriormente se solicitó que la Fiscalía 51 Especializada en la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que continuará la investigación, sin embargo, no se hizo imputación de cargos, pese a que se reconoció la participación de Juan Pablo Carmona, Daniel Ramos, Jhon Janner Gutiérrez, José Elvis Palacio, Misael Hernández, Wilson Manrique y el teniente coronel Martín Hernando Nieto, quien ordenó la operación militar.

A pesar de las inconsistencias en el caso y de los múltiples elementos probatorios presentados que señalaban la ejecución extrajudicial, ni los altos mandos, ni los militares partícipes en el hecho fueron responsabilizados por el atroz hecho contra Ulpiano y Jairo Alexis, su caso es impune y debido a la falta de reconocimiento de los hechos, la historia se repite con civiles inocentes, mientras la memoria de Ulpiano y Jairo reclama  justicia y verdad.

Ulpiano Ortíz Fajardo y Jairo Alexis Castro en la Memoria.
Ulpiano Ortíz Fajardo y Jairo Alexis Castro Sin Olvido.