domingo, 26 de mayo de 2013

Genaro Potes

                                            Mayo 26 2007-Mayo 26 2013


Genaro Potes, campesino de 51 años de edad, trabajador de la tierra, afiliado al Sindicato de Trabajadores Independientes del Meta y a la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, fue ejecutado el 26 de Mayo del 2007 en El Castillo [Meta] por el Ejército Nacional Colombiano, al ser señalado como guerrillero.



Genaro, quien se desplazaba este día a caballo, hacia la vereda Puerto Esperanza a una reunión, fue detenido en la Vereda Campo Alegre por militares del Batallón 21 Vargas a cargo del comandante Ferro. En este lugar, la fueron arrebatados los documentos de identidad y amarrado a un árbol. Posteriormente el ejercito preguntó a pobladores si conocían a Genaro; un campesino respondió que lo conocía como un señor honesto y trabajador.


Al día siguiente, Genaro, fue presentado por el Ejercito Nacional de Colombia, como un guerrillero muerto en combate; mentira, que fue repudiada por familia, vecinos, amigos y compañeros que no tardaron en hacer frente a esta calumnia que se tejía por las fuerzas militares para justificar la descarada ejecución extrajudicial, un combate que no sucedió, la baja de un guerrillero que no lo era, la protección al municipio que tampoco se dio. 

Lo único cierto, Genaro Potes, un hombre con parálisis mental leve y problemas de motricidad obvios, fue torturado y asesinado con un tiro en la cabeza, siendo aún hoy, uno de los rostros que dan cuenta de esta injusta guerra en la que se van nuestros campesinos, mujeres, niños y hombres.

El Comandante Pérez del Batallón 21 Vargas, sostuvo reiteradamente que Genaro Potes era guerrillero e impidió la pronta entrega del cuerpo a los familiares, por una supuesta indocumentación.

Genaro Potes, fue sepultado el 30 de Mayo del 2007 y despedido por los pobladores, quienes hoy 6 años después, siguen haciendo un permanente llamado al Estado Colombiano a que cumpla con su deber de garantizar los derechos de los campesinos, que no olvide que proteger la vida de la gente, ya es su deber, en un Estado Social de Derecho, como lo es Colombia.


Genaro Potes en la memoria.
Genaro Potes Sin Olvido.

domingo, 19 de mayo de 2013

JHON RICARDO UBATE MONROY

                                                     Mayo 19 de 1995 - Mayo 19 de 201


JHON RICARDO UBATE MONROY, Nació en Bogotá el 18 de junio de 1970, Administrador de empresas de 23 años, pertenecía al Comité de Derechos Humanos de la Comuna 20 de Siloe y se había desmovilizado en los procesos de paz de 1991.

Jhon Ricardo había entregado una semana antes de ser desaparecido, una denuncia pública a la primera Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cali y a DESEPAZ, que incriminaban a varios miembros de la Quinta estación de Policía en graves hechos de violencia en contra de jóvenes de la comuna 20.

Fue desaparecido el viernes 19 de Mayo de 1995 en la ciudad de Cali, frente a la Clínica Tequendama, a las 10 de la mañana, junto con GLORIA BOGOTÁ. Seis hombres armados los obligaron a subir a una camioneta Trooper de placas falsas OGJ 823 ó 023, más de 200 testigos presenciaron como fueron golpeados y subidos al vehículo, algunos de los testigos fueron amedrantados y golpeados.

Su desaparición Forzada fue orquestada por el Mayor de la Policía Nacional MANUEL DE JESUS LOZADA PLAZAS quien para la época se desempañaba como Comandante del grupo UNASE de la ciudad de Cali Valle y el agente de la policía JOSE DE JESUS LEON BERMUDEZ, al igual que AMPARO RAMIREZ inspectora de Policía de Siloé Cali. Pese a la precisión de todos los hechos y la reconstrucción total del caso, JHON RICARDO aún se encuentra desaparecido y los responsables continúan sin castigo.

Jhon Ricardo Ubate en la Memoria 
Jhon Ricardo Ubate Sin Olvido





miércoles, 1 de mayo de 2013

Nicolás Neira




                                                      Mayo 01 2005- Mayo 01 2013

La persecución continúa, la represión no se acaba, un monstruo sin cerebro ni corazón hace 8 años se llevó por delante a uno de los capullos de la esperanzadora primavera, para quien su vida estaba empezando, a quien el mundo estaba descubriendo. 

Hoy recordamos a un joven, un joven de quince años. Hace 8 años el 1ero de Mayo del 2005 durante las manifestaciones del día del trabajo, integrantes del escuadrón móvil antidisturbios de la policía nacional ESMAD, en un ejercicio represivo del uso de la fuerza hirieron gravemente a Nicolás Neira, quien recibió una golpiza hasta quedar inconsciente.

La gigantesca marcha del Día del Trabajo, de sindicalistas, campesinos, estudiantes, desempleados, activistas entre otros, caminó de manera no-violenta por la carrera 7 de Bogotá. La manifestación no sólo recordó a los Mártires de Chicago, sino que además denunció la precaria situación económica y social que se vivía y vive en el país, además exigió un alto a las negociaciones del TLC e hizo públicas las atrocidades cometidas por el actual gobierno. Brutalidades que también ocurrieron ese día cuando el ESMAD empezó a lanzar gases lacrimógenos sin ninguna razón y procedió a reprimir violentamente a los manifestantes, golpeándolos con bolillos y balas de goma. Nicolás no pudo correr tanto y cayó al piso asfixiado por los gases, luego fue alcanzado por un grupo de agentes del ESMAD, quienes en un número superior a 8, lo patearon y golpearon boca abajo, sádicamente en medio de su más completa indefensión. Tendido en el piso, con sus ojos impregnados de esperanza mirando al cielo, el joven estudiante fue rodeado por agentes del ESMAD, mientras mucha gente se solidarizaba, denunciando el hecho y pidiendo ayuda médica para el joven.

Nicolás, fue finalmente llevado por algunos compañeros al Cami de La Perseverancia. Ahí, Nicolás esperó por unas horas hasta que fue trasladado al Hospital de Saludcoop. Seis días después los médicos de la clínica Jorge Piñeros Corpas anunciaron su muerte, causada por un trauma cráneo encefálico, resultado de los golpes que brutalmente se le dieron en la cabeza.

Los agentes involucrados en el homicidio, aseguraron que los golpes que sufrió Nicolás fueron producidos por un grupo de ‘metaleros’ y ‘punkeros’ que iniciaron un ‘pogo’ en medio de la marcha. Además aseguraron que ellos no habían hecho presencia en la zona. Sin embargo, la evidencia visual era contundente, igual que los testimonios de las personas presentes el día del asesinato, otra mentira, dicha por una institución a la que se le permite masacrar a la juventud del país cuando el Estado legitima las acciones brutales de la policía.

Nicolás es una de las tantas víctimas de la violencia estatal que desde la conformación del cuerpo represivo del ESMAD en el 2002, ha cobrado la vida de más de 50 personas y un sin número de atropellos y maltratos físicos a personas y comunidades que se han manifestado ante leyes injustas o han protestado por alguna inconformidad frente a actos que atentan contra la vida, el territorio, la dignidad o la integridad colectiva.

Después de su muerte, lo sucedido con Nicolás se convirtió en un caso más de impunidad Estatal. La Policía, los paramilitares y los grupos fascistas hicieron su trabajo: se encargaron de amenazar, perseguir e incluso intentar matar, a los testigos, los abogados, la familia y los compañeros y compañeras, que trabajaban por la verdad, el esclarecimiento y la denuncia del caso.

Yuri Neira, padre de Nicolás, ha sido amenazado en diferentes oportunidades y ha tenido que salir del país.

Los Tribunales y organismos de control por su parte dilataron, borraron, perdieron y rechazaron el caso con el fin de garantizar la impunidad convertida en silencio.

Pese a ello, un Juzgado fallo y le ordenó al Estado indemnizar económicamente a su familia, fallo que el Gobierno convirtió pronto, en un intento por poner punto final a su caso y enterrar en el olvido la vida de Nicolás.

El fallo de primera instancia ordena al Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y al Esmad cancelar más de 160 millones a todos los familiares de la víctima. 

Para Yuri Neira, padre de Nicolás, la decisión hace gala a la impunidad y asegura que no se haga ninguna sanción simbólica y ejemplarizante para dignificar el homicidio de su hijo.

El caso además fue llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que determinará si se tramita o no, un nuevo proceso contra el Estado colombiano por el abuso de fuerza cometido por la Policía Nacional.

Por su parte Yuri Neira, sigue trabajando por la construcción de la Fundación Nicolás Neira, con la que espera denunciar este tipo de abusos de la Fuerza Pública contra la ciudadanía. Y asegura que si el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en segunda instancia, eleva el monto de la indemnización a la que tiene derecho, todo irá destinado a la conformación de la fundación.

El caso de Nicolás David Neira Álvarez sigue en absoluta impunidad, a pesar de la indemnización planteada por el estado, ningún policía o miembro del ESMAD ha sido acusado formalmente por la muerte del joven de 15 años.

La Fiscalía lleva ocho años investigando. En un primer momento lo investigó un juez penal militar porque se consideró que esa no era una violación de derechos humanos. Después de una larga batalla jurídica se reconoció que si lo fue y hoy una Fiscalía encargada de investigar casos de violación a los derechos humanos tiene el caso desde hace cinco años pero sin mostrar avance en absoluto.

Nicolás se ha convertido en un símbolo, Nicolás no ha muerto, él vive en todos los jóvenes que con sus ideas luchan, crean, resisten. Nicolás vive porque no ha sido olvidado, porque representa un sueño, una esperanza colectiva de un cambio de sociedad.

Hoy se pronuncian contundentes palabras de no al olvido y profundas evocando no solo a Nicolás sino a todo los jóvenes, las flores que han sido pisoteadas y arracadas violentamente, es hoy y siempre que Nicolás debe impulsar a la juventud y a la sociedad en general, para que comiencen procesos de transformación contra la impunidad y la injusticia.

Nicolás Neira en la memoria
Nicolás Neira Sin Olvido