miércoles, 7 de junio de 2017

DIA DEL ESTUDIANTE CAIDO


8 Y 9 DE JUNIO DE 1954- 8 Y 9 DE JUNIO DE 2017
“Que vivan los estudiantes
que marchan sobre las ruinas        
con las banderas en alto
va toda la estudiantina” Mercedes Sosa

Porque son la levadura del pan, los pajaritos libertarios dispuestos con su ciencia a transformar el corazón colombiano. Hoy hacemos memoria, porque es una necesidad recordar quiénes son los estudiantes caídos. Las paredes de la universidad gritan lo que los medios de comunicación callan, y en los pasillos se oye la voz de Gonzalo Bravo Pérez y Uriel Gutiérrez.

El espíritu estudiantil es una historia con muertos  y torturados, de sexo en los salones y clases en las calles. Cada caído es una razón que anima a estudiantes a seguir construyendo frente por la educación publica y la paz. Hoy luego de más 60 años, conmemoramos en medio de la censura y el orden, el día del estudiante caído.

El 7 de junio de 1929, estudiantes se tomaron las calles para manifestar su repudio a la masacre de las bananeras y el nombramiento del General  Cortés Vargas durante el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez.

Durante la protesta es asesinado Gonzalo Bravo Pérez,  estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, quien se dirigía hacia un café cuando fue alcanzado por un disparo de la Guardia Presidencial. El 9 de Junio de 1929, gran cantidad de personas asisten a su entierro y la Universidad Nacional se mantiene en paro exigiendo investigación sobre los hechos.

25 años después,  en medio del conflicto bipartidista, se impone la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla; el 8 de Junio de 1954, nuevamente los estudiantes en un acto de memoria y dignificación deciden protestar en las calles recordando a Gonzalo Bravo Pérez, ese día respondieron a los estudiantes con una arremetida violenta por parte de la fuerza publica.

Cuando los estudiantes se devolvían hacia la institución universitaria, la policía dio orden de desalojo del campus Universitario,  a lo cual la comunidad universitaria se rehusó a acatar, minutos después, un camión del ejército disparo una ráfaga sobre los estudiantes acabando con la vida del compañero Uriel Gutiérrez.

El cuerpo de Uriel fue llevado a la Facultad de Derecho, donde los estudiantes solicitaron una investigación del caso por el gobierno y la destitución de las directivas de la Universidad.

Al día siguiente,  mas de 10000 estudiantes de distintas universidades sin ningún temor frente a lo ocurrido, volvieron a las calles en respuesta del asesinato, y deciden tomar la calle 26, luego la carrera séptima y llegar a la actual avenida Jiménez.

El entonces Batallón Colombia del ejército, reconocido por haber participado en la guerra de Corea, detiene la marcha y comienza a abrir fuego contra el movimiento estudiantil, asesinando 11 personas, entre ellas los compañeros Álvaro Gutiérrez, Elmo Gómez Lucich, Hernando Morales, Rafael Chaves Matallana, Jaime Moure Ramírez, Hernando Ospina López, Hugo león Vásquez y Jaime Pacheco.

Luego de lo sucedido, Gustavo Rojas Pinilla declara Estado de Sitio y prohíbe cualquier tipo de movilización, entonces se declara el cierre de la Universidad Nacional y se detienen a más 500 personas.

Desde entonces los movimientos obreros, campesinos indígenas y juveniles nombraron el 8 y 9 de Junio como el día del estudiante revolucionario caído.

Esa misma tarde, Lucio Pabon Nuñez, ministro de educación en ese entonces, afirmó que las marchas habían sido infiltradas por grupos subversivos y que  los tiros iniciaron contra los soldados dejando dos muertos y siete heridos. El 9 de Junio de 1954, marcó el inicio de un movimiento estudiantil aguerrido que seria protagonista de la caída de Gustavo Rojas Pinilla.

Hechos como el de esta fecha, o como el 16 de Mayo de 1984, quedan escritos en la memoria de cada una de las Universidades, en cada pupitre del territorio nacional.

Aun hoy familiares y estudiantes siguen exigiendo el esclarecimiento de estos asesinatos, los hecho no pueden seguir a la sombra deshonesta del Gobierno, sin investigaciones exhaustivas.

Por eso la única forma de no olvidar es la movilización social, y la reivindicación por una educación digna y por un país en paz.

Estudiantes caidos el 8 y 9 de Junio de 1929 y 1954 en la memoria.
Estudiantes caidos el 8 y 9 de Junio de 1929 y 1954 sin olvido.