8 Y 9 DE JUNIO DE
1954- 8 Y 9 DE JUNIO DE 2017
“Que
vivan los estudiantes
que
marchan sobre las ruinas
con
las banderas en alto
va
toda la estudiantina” Mercedes Sosa
Porque
son la levadura del pan, los pajaritos libertarios dispuestos con su ciencia
a transformar el corazón colombiano. Hoy hacemos memoria, porque es una necesidad recordar quiénes son los estudiantes caídos. Las paredes de la universidad gritan lo que los medios de comunicación callan, y en
los pasillos se oye la voz de Gonzalo Bravo Pérez y Uriel Gutiérrez.
El espíritu estudiantil es una historia con
muertos y torturados, de sexo en los
salones y clases en las calles. Cada
caído es una razón que anima a estudiantes a seguir construyendo frente por la educación publica y la
paz. Hoy luego de más 60 años, conmemoramos en medio de la censura y el orden,
el día del estudiante caído.
El 7 de junio de 1929, estudiantes se tomaron las calles para manifestar su repudio a la masacre de
las bananeras y el nombramiento del General Cortés Vargas durante el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez.
Durante la protesta es asesinado Gonzalo
Bravo Pérez, estudiante de Derecho de la
Universidad Nacional de Colombia, quien se dirigía hacia un café cuando fue
alcanzado por un disparo de la Guardia Presidencial. El 9 de Junio de 1929,
gran cantidad de personas asisten a su entierro y la Universidad Nacional se
mantiene en paro exigiendo investigación sobre los hechos.
25
años después, en medio del conflicto
bipartidista, se impone la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla; el 8
de Junio de 1954, nuevamente los estudiantes en un acto de memoria y dignificación deciden
protestar en las calles recordando a Gonzalo Bravo Pérez, ese día respondieron a los estudiantes con una arremetida violenta por parte de la fuerza publica.
Cuando
los estudiantes se devolvían hacia la institución universitaria, la
policía dio orden de desalojo del campus Universitario, a lo
cual la comunidad universitaria se rehusó a acatar, minutos después, un
camión del ejército disparo una ráfaga sobre los estudiantes acabando con la
vida del compañero Uriel Gutiérrez.
El
cuerpo de Uriel fue llevado a la Facultad de Derecho, donde los estudiantes
solicitaron una investigación del caso por el gobierno y la destitución de las
directivas de la Universidad.
Al día
siguiente, mas de 10000 estudiantes de
distintas universidades sin ningún temor frente a lo ocurrido, volvieron a las
calles en respuesta del asesinato, y deciden tomar la calle 26, luego la carrera
séptima y llegar a la actual avenida Jiménez.
El entonces Batallón Colombia del ejército,
reconocido por haber participado en la guerra de Corea, detiene la marcha y
comienza a abrir fuego contra el movimiento estudiantil, asesinando 11
personas, entre ellas los compañeros Álvaro Gutiérrez, Elmo Gómez Lucich,
Hernando Morales, Rafael Chaves Matallana, Jaime Moure Ramírez, Hernando Ospina
López, Hugo león Vásquez y Jaime Pacheco.
Luego
de lo sucedido, Gustavo Rojas Pinilla declara Estado de Sitio y prohíbe
cualquier tipo de movilización, entonces se declara el cierre de la Universidad Nacional
y se detienen a más 500 personas.
Desde
entonces los movimientos obreros, campesinos indígenas y juveniles nombraron el
8 y 9 de Junio como el día del estudiante revolucionario caído.
Esa
misma tarde, Lucio Pabon Nuñez, ministro de educación en ese entonces, afirmó que las marchas habían sido infiltradas por grupos subversivos y que los tiros iniciaron contra los
soldados dejando dos muertos y siete heridos. El 9 de Junio de 1954, marcó el
inicio de un movimiento estudiantil aguerrido que seria protagonista de la
caída de Gustavo Rojas Pinilla.
Hechos
como el de esta fecha, o como el 16 de Mayo de 1984, quedan escritos en la memoria de cada una de las Universidades, en cada pupitre del territorio nacional.
Aun hoy familiares y estudiantes siguen exigiendo el esclarecimiento de estos asesinatos, los hecho no pueden seguir a la sombra deshonesta del Gobierno, sin investigaciones exhaustivas.
Por eso la única forma de no olvidar es la movilización social, y la reivindicación por una educación digna y por un país en paz.
Aun hoy familiares y estudiantes siguen exigiendo el esclarecimiento de estos asesinatos, los hecho no pueden seguir a la sombra deshonesta del Gobierno, sin investigaciones exhaustivas.
Por eso la única forma de no olvidar es la movilización social, y la reivindicación por una educación digna y por un país en paz.
Estudiantes
caidos el 8 y 9 de Junio de 1929 y 1954 en la memoria.
Estudiantes
caidos el 8 y 9 de Junio de 1929 y 1954 sin olvido.
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