viernes, 14 de octubre de 2011

Walberto Hoyos Rivas

Octubre 14 de 2008 - Octubre 14 de 2011

Hace 3 años en desarrollo de la estrategia paramilitar Walberto Hoyos Rivas fue asesinado el defensor de derechos humanos. Dos paramilitares incursionaron a la Zona Humanitaria Caño Manso en Caracolí, Curvaradó, Chocó, allí lo acribillaron con armas de fuego, luego que este se les enfrentara exigiendo respeto al espacio humanitario.
Él no buscó su muerte violenta le huyó a esta porque era amante de la justicia, de su búsqueda y de su afirmación. Creyó en ella hasta morir por su rostro cierto de impunidad.

En septiembre, casi un año antes, la misma estructura criminal construida a instancias del Estado intentó asesinarlo y resultó gravemente herido y sobrevivió.

Walberto fue un investigador judicial, un cotidiano que husmeo el entramado criminal, descubrió a los beneficiarios de las operaciones paramilitares insertados en empresas palmeras, bananeras y ganaderas.

Walberto encontró pruebas de las relaciones de altos generales y comandantes de la brigada 17, de comandantes de la policía de Urabá con el desarrollo de las estructuras paramilitares. Sus nombres, su papel y su operación con lo institucional, la identificación de los beneficiarios y los responsables de buscar dar forma legal a la ilegalidad.

Los que han sobrevivido a la memoria que él fue reconstruyendo de la estructura criminal, se encuentran fuera de allí, pero en la memoria colectiva más allá del saber todo lo que él logró profundizar de la maquinaria de muerte vive animando la afirmación del derecho al territorio.

Los integrantes del consejo comunitario no han huido se quedaron allí en el territorio que les pertenece. En la esquina de la zona donde cayó asesinado florece un jardín y un monumento con un muro de ladrillo y cemento en el que reposa una urna de vidrio con la foto de Walberto, dignificación de la memoria ante un aparato de justicia que aún viste con el traje de la impunidad al aparato criminal Walberto sabía que lo podían asesinar y quienes serían los responsables, los mismos que despojaron al Curvaradó de sus territorios 15 años atrás, los mismos que gozan de la ganadería extensiva en Villa Alejandra I y Villa Alejandra II; los mismos que atentaron contra él y su hermano Miguel en el 2007; los mismos que constituyeron Asoprobeba y cometieron el crimen en agosto de Benjamín Gómez.

Escúchemos fragmentos de la historia que grita: Verdad, Justicia y Reparación, restitución de la propiedad en las voces de quiénes hoy continúan en la memoria de Walberto Hoyos.




Bogotá, D.C. 14 de octubre de 2011
Sin Olvido - Comisión Intereclesial de Justicia y Paz