martes, 23 de febrero de 2016

Demetrio López

23 de febrero 2013 - 23 de febrero 2016

Hace un dos, un 23 de febrero del 2013, fue acallada la voz de otro líder afrodescendiente en Buenaventura, por intereses económicos que están detrás de los territorios colectivos de las comunidades negras. Demetrio López, de 33 años, era presidente del Consejo Comunitario de la Comunidad Negra de La Caucana, ubicado en zona rural del Distrito Portuario de Buenaventura. 

En varias oportunidades y a raíz de los descubrimientos de manejos irregulares en cuanto a la consulta previa que se debe realizar con su comunidad por los proyectos viales y portuarios que afectan su territorio, como la doble calzada Buga- Buenaventura y el Proyecto Portuario a cargo de la empresa Puerto Industrial Agua Dulce- SPIA, éste último bastante denunciado por otras comunidades negras, por el desarrollo del proyecto de manera inconsulta y afectando bienes de supervivencia de las comunidades; Demetrio tuvo confrontaciones fuertes con el representante legal del Consejo para ese momento y la señora Rosa Solis, quien se desempeñaba como asesora del mismo. 

El 26 de agosto de 2012, se llevó a cabo en la comunidad la asamblea de elección de Junta y Representación Legal, sin haberse hecho en el marco de la legalidad dicha convocatoria, Demetrio se postuló como candidato a la Representación Legal, momento en el cual empezó a recibir llamadas a su celular, en las que lo amenazaban si seguía con la intención de ser Representante Legal, tal situación ocasionó su retiro de la asamblea, luego de anunciarles sus amenazas a los asambleístas, procediendo a poner el correspondiente denuncio en la fiscalía de Buenaventura. 

Pese a las amenazas, Demetrio siguió luchando por los intereses de su comunidad, impugnando la elección que se llevó a cabo el 26 de agosto, aun habiendo anunciado la falta de garantías para continuar con el desarrollo de la asamblea. El 3 de enero de 2013, la Alcaldía Distrital, emitió Resolución No. 001, concediendo la impugnación liderada por Demetrio, ordenando se realizara nuevamente la elección de Junta y Representación Legal. Sin embargo, las amenazas continuaron y la fiscalía no brindó ninguna protección real y concreta para proteger la vida del líder, lo cual terminó con su asesinato el 23 de febrero de 2013, en el Barrio Nueva Frontera en Buenaventura, mientras esperaba encontrarse con una persona que supuestamente iba a ofrecer trabajo a los jóvenes del Consejo. 

Actualmente, la investigación penal por su homicidio cursa en la fiscalía 40 en Buenaventura, en la cual se pudo capturar al presunto autor material; sin embargo, nada se ha investigado aún, sobre los autores intelectuales que están detrás de su muerte y que fueron denunciados en su momento por el mismo Demetrio.

Han pasado tres año del asesinato de Demetrio, hombre que como muchos en Colombia expresaron su fuerte oposición al “desarrollo” éste que desplaza y mata, pero al que hombres valientes han enfrentado con su vida. 

Hoy la comunidad negra de Buenaventura conmemora un dos sin uno de sus líderes, un año de memoria y resistencia, esa que quedo como huella imborrable en la comunidad afrodescendiente.

Demetrio López en la memoria 
Demetrio López Sin Olvido 

domingo, 7 de febrero de 2016

Alba Mery Chilito


Foto: El Espectador- Rodrigo Grajales
Febrero 07 de 2013 - Febrero 07 de 2016

Alba Mery luchaba día a día por buscar la verdad, es así que fue parte de la Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo, en el Valle del Cauca, exigía el cumplimiento a los derechos de mujeres, hombres y niños de su comunidad, exigía verdad, justicia y reparación para las víctimas del paramilitarismo, en esta región a raíz de las masacres vividas entre 1.987 y 1.994 que dejaron más de 300 víctimas.

Hace tres años  el 7 de Febrero de 2013, aproximadamente a las 8:00 de la mañana, Alba Mery Chilito fue asesinada por paramilitares. La lideresa social como todas las mañanas, llevaba a su nieto de 9 años al colegio; al dejarlo allí se dirigió al puesto de ventas que administraba en el parque recreacional, construido en honor a las víctimas de la violencia narco paramilitar, irónicamente estando en este lugar de salvaguarda de la memoria y dignificación de las víctimas, fue atacada por la espalada recibiendo varios impactos de bala que de inmediato la dejaron sin vida.

Meses antes, paramilitares le habían enviado innumerables amenazas en contra de su vida, y a pesar de las denuncias hechas por pobladores, organizaciones sociales y de derechos humanos y de los fallos de instancias internacionales de justicia como la CIDH, este grupo armado aun controla la zona urbana, rural y alrededores de Trujillo. Su insistencia en que no se sepa lo que pasó durante los años de la masacre sigue presente generando terror en los pobladores. Sin embargo Alba Mery con su fuerza de madre y abuela, asistía día a día al Parque de las Víctimas, allí sembraba flores en memoria de los cientos de asesinados, entre ellos su hija y dos familiares más, siempre estuvo pendiente de los procesos de reparación y además denunció constantemente la complicidad del ejército y la policía con el accionar paramilitar. 

Precisamente, días antes de su asesinato Alba Mery estaba averiguando por el proceso de indemnización correspondiente a la solicitud hecha a través de la CIDH al Estado colombiano por el asesinato de su hija durante la masacre iniciada en 1.984, y que debido a la impunidad en este caso fue llevado a esta instancia internacional en la que años después, se logra condenar al Estado colombiano obligando al presidente de la época, Ernesto Samper, a pedir perdón a los familiares de las víctimas. De este fallo quedaron 12 conclusiones y 9 recomendaciones, de las cuales la mayoría no se han cumplido, una de ellas es paradójicamente, la de garantizar la protección de los testigos y familiares sobrevivientes y que claramente ha sido incumplida, una muestra de ello es el asesinato de esta luchadora comunitaria. 

Lamentablemente Alba Mery murió sin ser reparada. Ahora su asesinato se suma a la lista de crímenes cometidos por las estructuras paramilitares que aun hoy, pasean por las calles de Trujillo y que siguen en la impunidad.

De acuerdo a las denuncias e informes arrojados por las organizaciones sociales y de derechos humanos, esta presencia curiosamente coincide con la actividad empresarial en diversas localidades donde se encuentra la multinacional Smurfit Cartón de Colombia. Aun hoy a 30 años después de la fatídica historia de Trujillo, seguimos viviendo en un país de masacres, de terror y de represión. El asesinato de Alba Mery no fue el único ocurrido en la región, el año pasado con ella más de 15 personas perdieron su vida. 

Alba Mery, siempre será recordada por ser buena gente, por su servicio a los demás en la comunidad, una luchadora incansable por la defensa de los derechos humanos, una mujer recta, trabajadora y de gran resistencia. Los pobladores se mantienen en dignidad conservando la memoria y luchando por encontrar justicia, verdad y reparación. Hoy en el parque central de Trujillo el árbol símbolo de la memoria que no se calla a pesar del miedo, lleva el nombre de Alba Mery, ella sigue viva en el corazón de todas y todos.


Alba Mery Chilito en la memoria
Alba Mery Chilito sin olvido