lunes, 27 de febrero de 2012

Jesús María Valle Jaramillo

Febrero 27 de 1998 - Febrero 27 de 2012

De sus entrañas, de caminantes a su lado, de la andadura en la memoria contra la impunidad, de la Corporación Yurupari.

En memoria a Jesús María Valle Jaramillo:Defensor de la vida y los derechos humanos.
Los Titiriteros del cuello blanco amparados por la impunidad. 


El 27 de febrero de 1998, siendo las dos y quince de la tarde, dos hombres y una mujer, entraron al Edificio Colon ubicado en la calle 49 con carrera 51 del centro de la capital antioqueña. Portando pistolas con silenciador, accionaron sus armas contra el defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, propinándole disparos mortales en la cabeza que de inmediato acabaron con su existencia y su labor de defensor de derechos humanos.

Catorce años de impunidad, las confesiones de paramilitares ocultan sin lugar a dudas a los titiriteros de cuello blanco que ordenaron acabar con la vida del honorable defensor.

Los verdugos querían silenciar las contundentes denuncias que realizaba Jesús María Valle, las cuales en muchas oportunidades develaba “lo más doloroso es que hemos encontrado una convivencia, una complicidad y una ayuda entre comandantes de la policía y del ejercito y esos grupos armados que cometen una serie de asesinatos en el perímetro urbano”.

Jesús María Valle, acompaño a las víctimas, en aquellos momentos difíciles cuando preguntaban por los desaparecidos, cuando defendía a las y los detenidos por razones políticas, a los campesinos desplazados forzosamente de sus tierras, a las víctimas de las masacres perpetradas por los paramilitares, a los estudiantes en sus luchas, a los indígenas, afro descendientes y las y los dirigentes sociales y populares.

El defensor incansable de las ideas y las palabras, era un convencido que sin justicia social no podrá existir una verdadera Paz. De qué sirve hoy contar con la Ley de Victimas, si las confesiones de los criminales son una burla para las víctimas, las verdades son a medias y no revelan a los verdaderos titiriteros de cuello blanco, los castigos son irrisorios con parados los daños causados a sus víctimas y la justicia desdeña un perdón y olvido con los crímenes de lesa humanidad.

Para la Corporación Yurupari, está claro, que con la muerte de Jesús María Valle, los dueños del poder, no lograron, ni lograran jamás acabar con el mundo de las ideas de hombres y mujeres que dieron su vida a la causa de los derechos humanos y la paz. Nada quedara oculto bajo el sol y algún día saldrán las voces quijotescas de muchos hombres y mujeres guiados por las ideas de Jesús María Valle y otros tantos ejemplos para revelar la verdad y los verdaderos nombres de los titiriteros del poder cuello blanco que han causado tantos crímenes en el país.

La memoria es mejor que el olvido. Corporación Yurupari. 27 de febrero de 2012.