Abril 26 de 1990 |
Carlos Pizarro Leongómez nacido en la ciudad de Cartagena el 6 de Junio de 1951 inició sus estudios en la facultad de Derecho en la Universidad Javeriana en donde participó de primera y única huelga estudiantil de la institución esta actividad revolucionaria le costó su expulsión.
Después ingresa a la Universidad Nacional de Colombia, donde culmina sus estudios, allí alimentó su interés por la vida política y empezó a vincularse activamente a organizaciones como la JUCO, que avivaron su pasión y sus convicciones sobre una Colombia distinta.
Tras militar en las FARC y diferir con sus comandantes en la forma que llevaban sus acciones, Pizarro, junto con Jaime Bateman, Álvaro Fayad, Bernardo Jaramillo y otros, fundan el Movimiento 19 de Abril, M-19.
Después ingresa a la Universidad Nacional de Colombia, donde culmina sus estudios, allí alimentó su interés por la vida política y empezó a vincularse activamente a organizaciones como la JUCO, que avivaron su pasión y sus convicciones sobre una Colombia distinta.
Tras militar en las FARC y diferir con sus comandantes en la forma que llevaban sus acciones, Pizarro, junto con Jaime Bateman, Álvaro Fayad, Bernardo Jaramillo y otros, fundan el Movimiento 19 de Abril, M-19.
Carlos Pizarro, se convirtió rápidamente en uno de los más importantes dirigentes del M-19. En septiembre de 1979 en el gobierno de Julio César Turbay, fue capturado y llevado a la cárcel La Picota, en Bogotá, en donde permaneció detenido 3 años.
Carlos Pizarro siguió insistiendo en establecer un dialogo por la paz, en 1900 un sueño nuevo que forjaban desde sus ideas de revolución dejando las armas y conformando el partido de la Alianza Democrática M-19, año en que se lanzó como candidato a las elecciones de alcaldía en Bogotá y posteriormente como candidato a la presidencia. Durante su campaña siempre afirmo: "Ofrecemos algo elemental, simple y sencillo: que la vida no sea asesinada en primavera".
Carlos Pizarro siguió insistiendo en establecer un dialogo por la paz, en 1900 un sueño nuevo que forjaban desde sus ideas de revolución dejando las armas y conformando el partido de la Alianza Democrática M-19, año en que se lanzó como candidato a las elecciones de alcaldía en Bogotá y posteriormente como candidato a la presidencia. Durante su campaña siempre afirmo: "Ofrecemos algo elemental, simple y sencillo: que la vida no sea asesinada en primavera".
La estrategia paramilitar que lo asesinó, se justificó en una supuesta política doble por parte de la Unión Patriótica y en general de aquellos partidos que aún hoy, representan la oposición colombiana.
La represión, convertida en balas, asesinó a Carlos Pizarro Leongómez el 26 de Abril de 1990, siendo candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19, un día oscuro para nuestra historia, balas para el cuerpo de un hombre, gritos de muerte para una multitud.
Su avión de Bogotá a Barranquilla no había despegado, y ya Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Yerri, había disparado hacia el candidato presidencial por órdenes de Carlos Castaño Gil, jefe de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU). El verdugo de Pizarro sin embargo, fue asesinado recibiendo cuatro disparos por Jaime Ernesto Gómez Múñoz, exagente del DAS y ex escolta del candidato.
La represión, convertida en balas, asesinó a Carlos Pizarro Leongómez el 26 de Abril de 1990, siendo candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19, un día oscuro para nuestra historia, balas para el cuerpo de un hombre, gritos de muerte para una multitud.
Su avión de Bogotá a Barranquilla no había despegado, y ya Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Yerri, había disparado hacia el candidato presidencial por órdenes de Carlos Castaño Gil, jefe de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU). El verdugo de Pizarro sin embargo, fue asesinado recibiendo cuatro disparos por Jaime Ernesto Gómez Múñoz, exagente del DAS y ex escolta del candidato.
Ese día se aniquilaron los anhelos de este hombre de 39 años que tenía para un pueblo entero. Corrió la gente por la calle, cantando su nombre, llorando su adiós, gritando en nombre de un pueblo dolido y cansado, abrazando todavía los sueños firmes.
Años de dolor que hoy se despiertan con esperanzas de paz, aún hoy queremos hacernos responsables de una actitud política de paz, de justicia. Donde se nos exige creer y actuar por un país diferente, no hemos olvidado, no hemos dejado de soñar y no vamos a dejar de trabajar.
Recordamos a Carlos Pizarro, pues en nuestro tiempo, todavía tiene qué decirnos, más de dos décadas después de exigir una constituyente, seguimos siendo llamados a la paz, un proceso que requiere de coherencia, de voluntad, de justicia y de memoria.
Carlos Pizarro, en la memoria
Carlos Pizarro Sin Olvido
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