Febrero 27 1998
Jesús María Valle, nació en el
municipio de Ituango, Antioquia, en una familia humilde; en el seno de su padre
Jesús, su madre Blanca, y junto con
10 hermanos sobrevivían gracias a
una parcela de tierra que poseían.
Años más tarde su familia se
trasladó a la ciudad de Medellín, en donde estudio y se graduó como bachiller en el Liceo Antioqueño,
allí fue líder del movimiento estudiantil; Después con ayuda de sus familiares
obtuvo el titulo en Derecho de la Universidad de Antioquia.
Jesús María fue elegido al concejo
de Ituango, y fue profesor de la Universidad de Antioquia, y de la Universidad
Autónoma de Medellin, además fue fundador del Comité Permanente de Derechos
Humanos de Antioquia en 1979; desde allí fue de los primeros en denunciar la
presencia de grupos paramilitares en Antioquia, específicamente en Ituango.
En 1996 Jesús María Valle pide al
ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien en ese entonces era Gobernador de
Antioquia, y al comandante de la IV Brigada que proteja la población civil, ya
que aproximadamente durante un año se
habían presentado más de 150 asesinatos en ese territorio, estas palabras
fueron suficientes para que Álvaro Uribe Vélez calificara al defensor de Derechos Humanos como “enemigo de las Fuerzas
Armadas”, y adelantará una denuncia por calumnia.
Denuncias y palabras que no
frenaron el trabajo de Jesús María, el cual siguió aferrado a sus principios
y sus ideales, posteriormente denuncio
la complicidad del Ejército Nacional en las masacres de La Granja en 1996 y El
Aro en 1997, en el municipio de Ituango, Antioquia, comandadas por
paramilitares.
El 26 de Febrero de 1998 Jesús
María Valle se presento ante la Fiscalía para rendir indagatoria por la
denuncia de calumnia, en ésta expuso que no había cometido ningún delito, ya
que sus denuncias estaban argumentadas y demostraban que el Ejercito
Nacional y la Policía tenia nexos con el
paramilitarismo.
Un día después de esto, el 27 de
Febrero de 1998 Jesús María Valle, abogado defensor de Derechos Humanos, fue
asesinado por dos hombres y una mujer que entraron en su oficina ubicada en el
centro de Medellín, y luego de intimidar a su hermana, quien trabajaba con él
fue obligado a acostarse boca abajo, en donde le propinaron dos impactos de
bala.
En estos hechos, testigos
aseguraron que aproximadamente 16 personas obstaculizaron la entrada y encubrieron la huida de los sicarios que acabaron con la vida de
Jesús Maria.
En materia de justicia el
Juzgado Tercero Penal Especializado de Medellín condenó a 40 años a Álvaro
Gómez Mesa y a Jorge Eliécer Rodríguez Guzmán, cooautores del asesinato, éstos
no han sido capturados.
Así mismo condenó a Carlos
Castaño, como autor intelectual del asesinato de Jesús María Valle.
En el año 2007 el Consejo de Estado
estimó que no se adoptaron medidas para proteger la vida de Jesús María Valle y
condenó al Estado al pago de una indemnización para la familia del defensor.
En 2008 el caso fue llevado a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, contra el Estado Colombiano.
La CIDH obligó al Estado a reabrir la investigación, y a realizar un acto
público donde se reconozca la responsabilidad en este crimen, por otra parte se
ordena la colocación de una placa en memoria de Jesús María Valle en el Palacio
de Justicia de Antioquia.
El Estado colombiano reconoció ante
la Corte Interamericana su responsabilidad por “Omisión”, en las recientes
sesiones realizadas en San José de Costa Rica. “Omisión” que pretende ocultar
la Actuación estatal. “Omisión” de la responsabilidad de quienes fueron
denunciados públicamente por Jesús María como garantes del desarrollo de la
estrategia paramilitar en el departamento de Antioquia.
El año siguiente, en 2009 la
Fiscalía reabrió el caso y vinculo a Salvatore Mancuso y a Isaías Montes
Hernández, alias “Junior”.
En
año 2014, se instalo la placa en el
Palacio de Justicia José Félix Restrepo en memoria del defensor de derechos
humanos Jesús María Valle, allí el Estado hará orden de perdón.
Hoy recordamos las palabras de uno
de sus amigos, pronunciada el día del sepelio y que hoy siguen vigentes en
nuestra Colombia: “En este país las posiciones diferentes, claras y con
argumentos sólidos que hablan de las angustias de un pueblo sometido a un
conflicto que le ha quitado toda dignidad son acalladas porque, al decir de
algunos, hacen parte de uno de los bandos de la guerra. Seguimos en ese punto
donde no hay contradictores sino enemigos que se deben eliminar
inmediatamente”.
Hoy, sus
opiniones, pensamientos, palabras y sentimientos, retumban en la memoria de
hombres y mujeres que construyen día a día justicia y que caminan en busca de
la verdad y de un país distinto.
Jesús María Valle en la Memoria
Jesús María Valle Sin Olvido
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