lunes, 11 de marzo de 2019

José Orlando Giraldo Barrera

11 marzo 2006 

MEMORIAS DE VIDA Y ESPERANZA 

No vayas a mi tumba y llores
Pues no estoy ahí.
Yo no duermo
Soy un millón de vientos que soplan 
El brillo de un diamante en la nieve 
La luz del sol sobre el grano maduro
O la suave lluvia del verano
En el silencio delicado del amanecer
Soy un ave rápida en vuelo
No vayas a mi tumba y llores
No estoy ahí
Yo no morí

Indio Americano. Anónimo

Un motivo más para la esperanza, porque somos parte de esa historia de las víctimas en Colombia que el Estado ha querido invisibilizar e injuriar. La verdad y la Justicia, no han pasado por nuestras casas, por el contrario las ordenes emanadas de las cortes judiciales para recuperar el buen nombre de nuestro padre, abuelo, tío, esposo fue incumplida. Pues la dimensión de la falsa noticia de las autoridades y de los medios de comunicación que no fue rectificada en su debida dimensión, se miró a lo lejos, paso pretendiendo que no sea vista, no ser escuchada. 

Al lado de la barbarie de este Crimen de Estado, se consolida la impunidad y como si fuera poco, se pretende imponernos olvidar, hacernos creer que no hay otra posibilidad si no dejar atrás el pasado. Pero la dignidad batalla fuerte y vigorosamente abriendo caminos de esperanza, de movilización, de lucha, caminos de memoria, de reivindicación para nuestros derechos y los de todos los familiares a quienes el camino de la violencia política y la impunidad contra nuestros seres queridos nos hizo unirnos. 

El 11 de marzo de 2006 el Ejército Nacional asesino y torturo a un campesino, a un labrador de la tierra, a un hombre que sembró verdad y justicia. Un campesino que no pudo defenderse porque solo tenía amor para su familia, un azadón, una pala y un machete  cambio sus victimarios con mucho odio contra el pueblo y  con fusiles de última tecnología. Dicen las investigaciones que lo superaban más de diez veces en número y que le dispararon a quema ropa, no le permitieron decir que era campesino.

No hubo testigos que pudieran contar lo sucedido, porque sus victimarios actuaron al amparo de la oscuridad, la ilegalidad y el despotismo que los caracteriza para imponer el terror. Los árboles, la tierra, las flores, los gatos, los perros, las vacas, los caballos, las gallinas, fueron los únicos testigos de esa sombría noche que cambio para siempre la vida de todos los que amaban sus enseñanzas, sus palabras y sobre todo ese amor a la tierra que lo vio nacer.

LA VERDAD JUDICIAL UNA VERDAD QUE NO SE APLICA Y NO REPARA LOS DAÑOS CAUSADOS EN LOS FAMILIARES DE LAS VICTIMAS. 

En sentencia del 6 de marzo de 2012, fue condenado a 37 años de prisión LUIS EDUARDO MAHECHA HERNÁNDEZ Ex sargento de inteligencia del Batallón de Alta Montaña número 3 “Rodrigo Lloreda Caicedo”. El juez 19 penal del circuito de Cali asevero textualmente “Con fundamento en lo demostrado por la Fiscalía General de la Nación, concluimos sin lugar a equívocos que el señor José Orlando Giraldo Barrera, era un campesino dedicado a labores concernientes al cuidado de fincas y a labores de sembrados y cultivos, sin ningún ligamen intelectual o material con grupos al margen de la Ley..” y menos aún como líder de la agrupación conocida como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conclusión a la que se arriba con los testimonios que al respecto se convocaron a la etapa del juicio oral y la ausencia demostrativa por parte del Ejército Nacional de que el victimado perteneciere a dicha agrupación”.


En agosto de 2009 se dictó medida de aseguramiento contra El mayor MANUEL ARTURO PABON JAIMES, LUIS FRANCISCO GÁLVIS SEPÚLVEDA, WILLIAM FABIAN MOSQUERA DELGADO, CRISTIAN DANIEL DELGADO CUASQUER, EDUARDO FIDEL ANGARITA SANTIAGO, JHON JAIRO QUIJANO SÁNCHEZ, CARLOS ENRIQUE MARTINEZ DIAZ, después de cuatro años de tácticas dilatorias, cambiaron tres veces el juez, tres veces de Fiscal y la administración de justicia fue incapaz de dar continuidad de manera eficaz al juicio oral, estos militares fueron dejados en libertad entre junio y octubre de 2013, estas libertades se otorgaron de espaldas a las víctimas que no fueron convocadas a las audiencias para controvertir la decisión.

Por ello invocamos el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, no renunciamos a la idea de que se aplique justicia y seguiremos trabajando porque estos crímenes atroces contra la humanidad no se vuelvan a cometer nunca mas en Colombia. 

Cómo no recordarte querido padre si crecimos al lado de tu ejemplo que nos ha hecho mujeres comprometidas, como no hacerlo si todo lo que somos fue fruto de tu cosecha, como no hacerlo si la imagen de tu cuerpo torturado habita cada una de las esquinas de la memoria

JOSE ORLANDO GIRALDO NO HA MUERTO, SUS ENSEÑANZAS Y MEMORIA VA CON NOSOTROS A CADA PASO QUE DAMOS NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS

¡NO HAY PAZ POSIBLE CON CRÍMENES DE ESTADO!

MOVICE VALLE DEL CAUCA 

José Orlando Giraldo en la memoria

José Orlando Giraldo Sin Olvido

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