11 marzo 2006 |
MEMORIAS DE VIDA Y ESPERANZA
No vayas a mi tumba y llores
Pues no estoy ahí.
Yo no duermo
Soy un millón de vientos que soplan
El brillo de un diamante en la nieve
La luz del sol sobre el grano maduro
O la suave lluvia del verano
En el silencio delicado del amanecer
Soy un ave rápida en vuelo
No vayas a mi tumba y llores
No estoy ahí
Yo no morí
Indio Americano. Anónimo
Un motivo más para la
esperanza, porque somos parte de esa historia de las víctimas en Colombia que
el Estado ha querido invisibilizar e injuriar. La verdad y la Justicia, no han
pasado por nuestras casas, por el contrario las ordenes emanadas de las cortes
judiciales para recuperar el buen nombre de nuestro padre, abuelo, tío,
esposo fue incumplida. Pues la dimensión de la falsa noticia de
las autoridades y de los medios de comunicación que no fue rectificada en su
debida dimensión, se miró a lo lejos, paso pretendiendo que no sea vista,
no ser escuchada.
Al lado de la barbarie de
este Crimen de Estado, se consolida la impunidad y como si fuera poco, se
pretende imponernos olvidar, hacernos creer que no hay otra posibilidad si no
dejar atrás el pasado. Pero la dignidad batalla fuerte y vigorosamente abriendo
caminos de esperanza, de movilización, de lucha, caminos de memoria, de
reivindicación para nuestros derechos y los de todos los familiares a quienes
el camino de la violencia política y la impunidad contra
nuestros seres queridos nos hizo unirnos.
El 11 de marzo de 2006 el
Ejército Nacional asesino y torturo a un campesino, a un labrador de la tierra,
a un hombre que sembró verdad y justicia. Un campesino que no pudo defenderse
porque solo tenía amor para su familia, un azadón, una pala y un machete cambio sus victimarios con mucho odio contra
el pueblo y con fusiles de última
tecnología. Dicen las investigaciones que lo superaban más de diez veces en
número y que le dispararon a quema ropa, no le permitieron decir que era
campesino.
No hubo testigos que pudieran
contar lo sucedido, porque sus victimarios actuaron al amparo de la oscuridad,
la ilegalidad y el despotismo que los caracteriza para imponer el terror. Los
árboles, la tierra, las flores, los gatos, los perros, las vacas, los caballos,
las gallinas, fueron los únicos testigos de esa sombría noche
que cambio para siempre la vida de todos los que amaban sus
enseñanzas, sus palabras y sobre todo ese amor a la tierra que lo
vio nacer.
LA VERDAD JUDICIAL UNA VERDAD QUE NO SE APLICA Y NO REPARA LOS
DAÑOS CAUSADOS EN LOS FAMILIARES DE LAS VICTIMAS.
En sentencia del 6 de
marzo de 2012, fue condenado a 37 años de prisión LUIS EDUARDO MAHECHA
HERNÁNDEZ Ex sargento de inteligencia del Batallón de Alta Montaña número 3
“Rodrigo Lloreda Caicedo”. El juez 19 penal del circuito de Cali asevero
textualmente “Con fundamento en lo demostrado por la Fiscalía General de la
Nación, concluimos sin lugar a equívocos que el señor José Orlando Giraldo
Barrera, era un campesino dedicado a labores concernientes al cuidado de fincas
y a labores de sembrados y cultivos, sin ningún ligamen intelectual o material
con grupos al margen de la Ley..” y menos aún como líder de la agrupación
conocida como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conclusión a
la que se arriba con los testimonios que al respecto se convocaron a la etapa
del juicio oral y la ausencia demostrativa por parte del Ejército Nacional de
que el victimado perteneciere a dicha agrupación”.
En agosto de 2009 se dictó
medida de aseguramiento contra El mayor MANUEL ARTURO PABON JAIMES, LUIS
FRANCISCO GÁLVIS SEPÚLVEDA, WILLIAM FABIAN MOSQUERA DELGADO, CRISTIAN DANIEL
DELGADO CUASQUER, EDUARDO FIDEL ANGARITA SANTIAGO, JHON JAIRO QUIJANO SÁNCHEZ,
CARLOS ENRIQUE MARTINEZ DIAZ, después de cuatro años de tácticas dilatorias,
cambiaron tres veces el juez, tres veces de Fiscal y la administración de
justicia fue incapaz de dar continuidad de manera eficaz al juicio oral, estos
militares fueron dejados en libertad entre junio y octubre de 2013, estas
libertades se otorgaron de espaldas a las víctimas que no fueron convocadas a
las audiencias para controvertir la decisión.
Por ello invocamos el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, no renunciamos a la idea de que
se aplique justicia y seguiremos trabajando porque
estos crímenes atroces contra la humanidad no se vuelvan a
cometer nunca mas en Colombia.
Cómo no recordarte querido
padre si crecimos al lado de tu ejemplo que nos ha hecho mujeres comprometidas,
como no hacerlo si todo lo que somos fue fruto de tu cosecha, como no hacerlo
si la imagen de tu cuerpo torturado habita cada una de las esquinas de la
memoria
JOSE ORLANDO GIRALDO NO HA MUERTO, SUS ENSEÑANZAS Y MEMORIA VA
CON NOSOTROS A CADA PASO QUE DAMOS NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS
RECONCILIAMOS
¡NO HAY PAZ POSIBLE CON CRÍMENES DE ESTADO!
MOVICE VALLE DEL CAUCA
José Orlando Giraldo en la memoria
José Orlando Giraldo Sin Olvido
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