13 de Octubre de 1996
Nos hemos hecho parte de esta familia universal por la dignidad de las personas y los pueblos, lo cual nos da el vigor para seguir adelante... El Estado y su proyecto paramilitar nos han hecho cerrar las oficinas, pero no han doblegado, ni doblegarán, nuestra voluntad, ni nuestro compromiso
Josué Giraldo Cardona
Josué Giraldo Cardona nació en Pensilvania, Caldas, el 27 de agosto de 1959. Estudió derecho en la Universidad Autónoma de Bogotá en 1958 y regresó a su pueblo natal para ejercer como abogado. Cuando tenía 28 años fue víctima del primer atentado contra su vida, dejando este episodio atrás, en 1988 se radicó en Villavicencio desempeñando cargos públicos, como Juez de Ejecuciones Fiscales y luego como Gerente de la Empresa de Licores del Meta siempre junto a su labor de derechos humanos, donde, también empezó a militar en la Unión Patriótica (UP).
Para entonces, se dio una convergencia de actores y una guerra sobre la vista de toda la sociedad colombiana, ya se había establecido la insurgencia armada, el terrorismo de Estado y el paramilitarismo pintando el país de rojo. Esta situación, esa violencia política y armada llevó a Josué a comprometerse con soluciones políticas efectivas, exentas de la lógica de las armas.
De esta forma realizó la conformación del Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, convirtiéndose en el presidente y fundador del mismo, siempre como un hombre valiente, que vio morir a sus compañeros de la UP y miembros de dicho comité en la región, pero nunca se rendía y no se dejó hundir por el terror que lo acechaba, de forma que, él entendió que debía sacrificar posiblemente su vida para seguir con su labor de defensa.
En febrero de 1996, Josué intervino en el Parlamento Europeo para denunciar la estructura y el accionar del paramilitarismo en Colombia. Este defensor de derechos humanos, en repetidas veces declaró ante las fiscalías, procuradurías, personerías y consejerías sobre la identidad de asesinos y grupos armados, para que el Estado actuara en favor de realizar justicia, pero esto nunca ocurrió. Su muerte fue anunciada y previamente denunciada incluso en la Comunidad internacional, sin embargo, hubo solo una ineficiencia por parte de dichos organismos, su muerte ya estaba prevista, dentro de la dinámica de genocidio a la UP junto a la dinámica de destrucción a su compromiso y a su país.
Es obligado a escapar de la muerte en repetidas ocasiones saliendo del país, por eso en marzo de 1996 en Ginebra, Suiza, dijo: “He aceptado salir en cuatro ocasiones en momentos difíciles…porque sentía la muerte cerca. Por estas salidas es que aún estoy vivo. Cada vez prolongó un poco más el tiempo en el que me han de matar”. Doscientos días después, el 13 de octubre de 1996, es asesinado en frente de su casa en Villavicencio, sus dos hijas pequeñas presenciaron su muerte y un abogado norteamericano que lo acompañaba.
Por su asesinato, se exige que se responda el general Rodolfo Herrera Luna, comandante de la VII Brigada quien en un discurso en Mesetas, Meta, en 1996 criminalizó a los defensores de derechos humanos, señalandolos como mensajeros de la guerrilla; junto con este, que dé respuesta el Comandante de la IV División del Ejército, el Comandante de la Policía del Meta y el Director Seccional del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por conocimiento y omisión de protección a la vida de Josué, porque dichas acciones facilitaron su muerte. Hasta el año 2014, por medio de la sentencia 26, el Consejo de Estado condenó al DAS por no salvaguardar la vida del defensor de derechos humanos y reconociendo su asesinato como un crimen de lesa humanidad.
En su memoria, desde el 2016 se realiza el concurso Josué Giraldo Cardona para visibilizar organizaciones y personas por un trabajo que contribuya a la defensa de los derechos humanos y a estudiantes de pregrado que hayan escrito una tesis sobre la UP y también sobre derechos humanos, para cursar una beca en maestría o doctorado en cualquier universidad pública del país. Se seguirá, recordando a Josué por sus labores a lo largo de la historia y en cada búsqueda de verdad y justicia, como decía él: “Debemos cortarle las alas a la impunidad para que sea la vida la que vuele”
Josué Giraldo Cardona en la Memoria
Josué Giraldo Cardona Sin Olvido
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