Agosto 19 de 2011 - Agosto 19 de 2015.
Diego
Felipe Becerra Lizarazo tenía 16 años cuando fue asesinado por agentes de la policía.
Diego era estudiante de último grado en el Colegio Bilingüe El Bosque de
Bogotá, donde fue homenajeado y sus padres recibieron su grado póstumo durante
una ceremonia. Para sus amigos y familiares era un joven talentoso, enérgico,
inconforme, quién a través del grafiti y en compañía de sus amigos expresaba su
sentir.
El
19 de Agosto de 2011 Diego junto con 3 amigos y una amiga decidió salir de su
casa para pintar grafitis, al llegar al puente de la 116 con Boyacá fueron
perseguidos por policías, sabiendo lo que sucedería al ser alcanzados por los
efectivos empezaron a correr. En ese momento Diego nota que su amiga quedó
atrás y decide devolverse para ayudarla, al ver que ella no es capturada por
los uniformados sigue corriendo hasta llegar a una calle cerrada, allí se
esconde detrás de un árbol, luego de un breve tiempo decide salir y es
requisado por el patrullero Wilmer Alarcón. Posterior a la requisa, Diego
decide salir nuevamente a correr, es en ese momento y en completo estado de
indefensión, que Diego recibe un impacto de bala por la espalda, las
investigaciones aseguran que el patrullero Wilmer Antonio Alarcón informó a la
Central de los hechos sucedidos.
Posterior
a esto en la escena, aparece un carro, según testigos de propiedad de un policía
en retiro, allí Diego Felipe fue transportado hasta la Clínica Shaio ubicada al
norte de Bogotá, sin embargo fue demasiado tarde. Diego, que luchó por
aferrarse a la vida, para insistir desde sus sonrisas y los colores de sus
grafitis en un mundo diferente, dio su último suspiro a las 10.30 de la noche,
de ese viernes 19 de agosto.
En
materia jurídica, el 29 de Noviembre de 2011 El Consejo Superior de la
Judicatura trasladó el caso de la Justicia Penal Militar la investigación
contra el patrullero Wilmer Alarcón por el asesinato de Diego Felipe, pasando a
manos de la Fiscalía.
En
febrero de 2012 la Fiscalía 13 imputó cargos al patrullero Wilmer Antonio por
el delito de homicidio agravado y no por homicidio culposo, pues dicho
funcionario tenía conocimiento previo, debido a la requisa practicada, que
Diego no se encontraba armado.
Durante
la investigación se conoció la versión de un hombre que dice ser el conductor
de la buseta que, según él, fue abordada por Diego y sus amigos.
El
conductor interpuso una denuncia por asalto, hecho que habría desencadenado la
persecución policial en la que, según la versión de las autoridades, murió el
joven.
En
declaraciones dadas a la prensa el conductor asegura que cuatro jóvenes
ingresaron al autobús que conducía y lo asaltaron junto a los pasajeros que
viajaban en el vehículo. Uno de los ladrones, según el testimonio, era Diego
Felipe Becerra.
En
Junio de ese mismo año fueron llamados a declarar el Subteniente Rosemberg
Madrid Orozco, coordinador del CAI Andes, el Subteniente Juan Carlos Barrero,
los patrulleros Nelson Castillo y Freddy Navarrete por mentir en sus primeras
declaraciones y por ayudar en la alteración de la escena del crimen. Además se
interrogó al entonces Subcomandante José Vivas y Jesús Arévalo, Comandante de
la policía en Suba, quienes actualmente se desempeñan como Coroneles.
Dos
meses después, testigos declararon ante la fiscalía 201 de Bogotá, que vieron
al Comandante Francisco Patiño, quien hoy es General, y a 3 Coroneles hablando
con el conductor Jorge Narváez de cómo debía denunciar y qué características
debía dar para hacer parecer que Diego Felipe era un atracador de buses junto
con sus amigos.
Además
la fiscalía citó a interrogatorio al patrullero Wilmer Alarcón y a Héctor
Hernando Ruíz, abogado de Wilmer Alarcón porque según testigos, Ruíz estuvo
presente en la escena del crimen.
Por
su parte, la Procuraduría destituyó el 13 de junio de este año al patrullero
Wilmer Alarcón por 10 años y ese mismo mes se conoció que el fiscal que lleva
actualmente el caso recibió amenazas en contra de su vida por la investigación
que se adelanta por manipulación de la escena del crimen.
Los
padres de Diego Felipe Becerra a través de una carta enviada al presidente del
Congreso, el senador Juan Fernando Cristo han pedido suspender el ascenso del
general Francisco Patiño. En la carta los padres de Diego Felipe Becerra
señalaron que sería una afrenta a la condición de víctimas que al general
Patiño se le reconociera cuando está siendo investigado por la Fiscalía y otras
autoridades por haber participado, posiblemente, en la manipulación de la
escena del crimen.
Son
muchas las preguntas que aún están sin resolver, ¿por qué si Diego iba a
disparar contra el patrullero Wilmer Alarcón el joven grafitero recibió un
disparo por la espalda?, ¿por qué si supuestamente estaban robando no
capturaron a sus amigos, incluso cuando estos llegaron a la clínica donde
falleció Diego Felipe y allí estaba presente la Policía?, ¿por qué se insiste
en ascender al Gral. Patino cuando está implicado en un caso que es
investigado?, ¿Por qué se amenaza a la familia de Diego y al fiscal que lleva
el caso, si no hay nada que temer?
Las
preguntas son innumerables y mientras la Fiscalía intenta investigar éste caso,
que se constituye en uno más de abuso policial, y la familia espera que no
quede en la impunidad, sus amigos, conocidos, jóvenes, mujeres, hombres y
artistas recuerdan hoy la memoria viva de Diego Felipe, un joven que sólo
pintaba grafitis en Bogotá.
Diego
Felipe Becerra Lizarazo en la Memoria
Diego
Felipe Becerra Lizarazo Sin Olvido.
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